Dra. D´Alessandro: «La aparición de hongos aumenta su incidencia en verano»

La radiación ultravioleta que produce el sol no puede verse ni sentirse pero todos estamos expuestos a ella, sobre todo en verano, por eso es imprescindible seguir una rutina de cuidado adecuada, sobre todo en nuestra piel. Para mantener una piel saludable y radiante durante esta estación es importante aplicarse la protección adecuada y protegerse del sol en las horas centrales del día, sobre todo las personas que trabajan en exteriores, tal y como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Para evitar el riesgo de presentar un cáncer de piel, es esencial seguir una rutina de cuidado adecuada. OKSALUD entrevista a la Dra. Concetta D´Alessandro, médico del equipo de Dermatología del Instituto de Dermatología Integral (IDEI), para que nos explique estas rutinas que, en primer lugar, incluyen protegerse del sol. Aplicar un protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) adecuado y re-aplicarlo cada dos horas, especialmente después de nadar o sudar, es fundamental. Además, buscar sombra en las horas de mayor radiación solar, usar ropa protectora y complementar con sombreros y gafas de sol proporcionará una barrera adicional contra los rayos dañinos.

El calor y el sudor también pueden afectar la hidratación de nuestra piel. Beber abundante agua y usar productos hidratantes adecuados para el verano ayudarán a mantener la piel fresca y humectada. Optar por productos ligeros y libres de aceite evitará que los poros se obstruyan, previniendo la aparición de brotes de acné y otros problemas cutáneos.

PREGUNTA.- ¿Cuáles son los problemas de la piel más comunes que se presentan durante el verano? ¿Cuáles son las condiciones dermatológicas más propensas a empeorar o manifestarse durante el verano?

RESPUESTA.- Las quemaduras solares son el principal problema de la piel en verano. Si se producen en zonas del cuerpo donde ha habido quemaduras anteriormente, el riesgo de sufrir cáncer de piel en el futuro aumenta exponencialmente. Entre los principales problemas de la piel en verano también está el empeoramiento de patologías vasculares como son la rosácea y la cuperosis.

Aunque la exposición solar en el acné mejora en algunos casos por su acción antiinflamatoria y antibacteriana, también puede darse el caso contrario y empeorarlo dado que la piel se engrosa, por lo que los poros se taponan quedando la grasa retenida, ocasionando un efecto rebote con una erupción a la vuelta del verano. También puede agravarse o aparecer un acné estival si no se usan fotoprotectores no comedogénicos y libres de grasas además de usar tratamientos fotosensibles y sustancias irritantes. 

Las manchas solares, por su parte, se hiperpigmentan, incluso si se utilizan cremas solares con un alto índice de fotoprotección. En este caso, lo mejor es evitar la radiación solar usando sombreros, gorras y prendas que cubran el cuerpo (preferiblemente de algodón o lino). 

Asimismo, la aparición de hongos aumenta su incidencia en verano. Las altas temperaturas y la humedad son el caldo de cultivo perfecto para que se reproduzcan y, por tanto, aumenten las posibilidades de contagio.

P.- ¿Cuál es el impacto de la contaminación y la exposición al aire libre en la piel durante esta época del año?

R.- El envejecimiento prematuro es el principal problema que provoca la sobreexposición al sol y los ambientes con niveles de polución muy altos. La flacidez y laxitud en párpados y mejillas son consecuencia del deterioro de la matriz dérmica que presenta el soporte de la piel sumado a las arrugas de expresión y la aparición de manchas faciales y en zonas como las manos (léntigos solares). Notamos también el empeoramiento que la contaminación provoca en patologías como el acné y la dermatitis atópica. 

P.- ¿Qué medidas de protección solar son esenciales para prevenir daños en la piel durante esta temporada?

R.- Un uso adecuado de los fotoprotectores solares y evitar el sol, son las medidas más importantes. Para ello debemos seguir estos consejos: 

• • No exponerse al sol sin fotoprotección. En verano debe ser del 50. Esto incluye cuando estemos en playas y piscinas, salgamos de excursión, hagamos deporte al aire libre o pasemos una mañana arreglando el jardín, por ejemplo. 
  • Renovar el fotoprotector cada dos horas y después de los baños (tanto si es playa, río o piscina), por el efecto lavado del agua. También se debe re-aplicar si se suda mucho, por ejemplo, si se hace deporte al aire libre. 
  • Ser «generosos» con el fotoprotector. Aplicar una capa gruesa que proteja eficazmente de los rayos UVA. 
  • Evitar el sol en las horas centrales del día, de 12:00 a 17:00 horas. Si no es posible, hacerlo siempre con fotoprotectores y utilizando gorras, sombreros y ropa que nos proteja del sol y estando la mayor parte del tiempo en la sombra. 
  • No utilizar cabinas de bronceado de rayos UVA. Se ha demostrado que tienen un importante potencial carcinógeno. 

P.- ¿Cuáles son las principales diferencias en el cuidado de la piel entre adultos y niños durante el verano?

R.- Los niños menores de tres años no deben exponerse al sol, ya que tienen la piel muy sensible y delicada y su sistema defensivo está en proceso de formación. Además, aunque estén bajo sombrillas en playas y piscinas, debe aplicarse fotoprotector 50 y reaplicarlo en igual modo que se hace en el adulto. En la actualidad, existen sombrillas y prendas, como camisetas, con tejido con factor de protección. De esta forma, los niños estarán más protegidos frentes a los rayos UVA. En el caso de los niños mayores de 3 años, adolescentes y adultos, la fotoprotección debe ser la misma citada anteriormente. 

P.- ¿Cuándo se debe buscar atención médica profesional para los problemas de la piel en verano y cuándo se pueden tratar en casa con remedios simples?

R.- Se debe acudir a un dermatólogo cuando una quemadura solar presenta ampollas, lo que indicará que es una quemadura de gravedad que debe ser seguida por un especialista y que requiere un tratamiento específico para evitar posibles infecciones bacterianas. Si no ha sido una quemadura tan grave, hay que aplicar compresas frías y posteriormente una crema hidratante reparadora con principios activos regenerantes, como son el aloe vera o la caléndula. Si el dolor es grande, se puede tomar un antiinflamatorio. 

Por otra parte, es recomendable también acudir al dermatólogo. En caso de que se produzca un brote de rosácea, cuperosis o acné que no pueda ser controlado con la medicación y tratamiento habitual pautado de forma personalizada para cada paciente. 

P.- ¿Qué recomendaciones debemos seguir para mantener la piel bonita e hidratada de cara al verano?

R.- Para preparar la piel de cara al verano hay que usar fotoprotectores de 50 y tomar suplementos nutricionales ricos en betacarotenos, vitamina A y C y zinc. Se activará la melanina y se prevendrá el daño celular que puede causar el sol. Si antes se realiza una exfoliación suave, los principios activos que nos apliquemos sobre la piel penetrarán de forma más eficaz. 

Hidratar la piel por fuera y por dentro también permitirá que la piel esté más sana y bonita en verano. Se pueden aplicar cremas con ingredientes humectantes, antioxidantes y que aumenten la generación de colágeno. Una dieta a base de alimentos ricos en agua, como son las frutas y las verduras, y la ingesta de al menos dos litros de agua al día, también conseguirán que la piel esté hidratada. 

También se puede recurrir a tratamientos para mejorar la celulitis, la flacidez y la grasa localizada, como es la nueva plataforma que combina la tecnología de Radiofrecuencia Fraccionada con microagujas y ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU), permitiendo tratar un amplio abanico de imperfecciones corporales a diferentes profundidades de manera precisa.